abril 08, 2008

m-aullemos a la luna

A veces me brota lo masoquista y me torturo. Miro, cual vouyerista, tus espacios virtuales y me detengo en cada foto. Admiro tu vida y tus desplazamientos. Observo a tus amigos, los fragmentos de un destino que fue compartido hace miles de años luz y jamás volverá a coincidir.

Hoy me surgió lo masoquista. Miré cada una de esas fotos donde tu imagen permanece intacta. Imaginé las palabras, el timbre de tu voz, mientras mi piel sangraba. Mi corazón latía con fuerza envuelto en un jirón de pena. Todas tus mujeres, tus momentos. Todos los instantes que dejaron de ser míos. No volveremos a guardarnos el uno del otro. No volveremos a sentir el sudor correr por nuestros anhelos. No, no volveremos.

Hoy me torturé con tu recuerdo. Viví en imágenes la vida que ya no me corresponde. Viví en olvido el sueño de tu recuerdo. Te viví en fotografías y toqué tus manos con los ojos cerrados y las yemas de mis dedos a un milímetro de la pantalla. Te toqué en mis suspiros gastados.

No volveremos a dormir envueltos en mis sábanas amarillas, ni volveremos a caminar por las oscuras calles de la Condesa. La Condesa que fui se murió en un tranvía. Los lobos y los gatos no pueden amarse… Eso lo supimos siempre. Aunque otro gato tomara mi lugar y el lobo dormitara en ti hasta acoplarse al ronroneo.

Hoy dormiré en las cenizas de cigarros que he dejado de fumar. Repetiré al infinito las melodías que me dieron tus manos y tus ojos. Cantaré a solas tus infinitos poros. Cantaré…

Hoy quisiera tener el poder de mirarte. El poder de reconocer que todo lo que tuvimos no fue más que la página de un cuento mal escrito. Nuestro mísero final no es más que una burla narcisista… Sé feliz. Sé… que yo brindaré, a tu salud, con mi llanto silencioso y automático.

Y pensar que tú fuiste lo mejor que me ha pasado… Patética mi situación… ¡Patética!

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