¡Atáscate que hay lodo!

No entiendo, de verdad no lo entiendo, no me considero la mujer más guapa, ni la más inteligente, ni la más buena, ni la más divertida del mundo, sin embargo, dejando el ego a un lado, estoy consciente que tengo algunos puntos a mi favor, me gusta leer, ver películas de arte, de ficción o drama, llevar una conversación agradable sin caer en el rollo intelectualoide o en el rollo superficial, me gusta trabajar, valerme por mí misma, mantener mi mente activa y abierta para aprender cosas nuevas, tener mi propia personalidad, con base en mis gustos y a mi estilo de vida, vaya hasta algunas personas me han dicho que no estoy tan tirada al catre.

¿Entonces? ¿Qué carajos pasa? ¿Qué es lo que quieres? Por más que trato de darte a entender de mil formas que quiero todo contigo, te la pasas saliendo con mujeres que apenas si saben leer (ya no digas escribir), que les gusta que les paguen todo, que se la pasan llamándote para saber dónde estás, con quién estás, a qué hora regresas y por qué no les has llamado. Mujeres que el único tema de actualidad que manejan son los encabezados de Tv y novelas, que les dices que te gusta algo y a la mañana siguiente, como por arte de magia, también tiene ese gusto en común contigo, que no tienen personalidad propia y se ajustan a lo que les conviene, para parecerte interesantes.

Mujeres ridículas, que lucen como zorras baratas, mal maquilladas y vestidas como si acabaran de salir del burdel. De verdad no lo entiendo, ¿qué te atrae de una mujer así? Qué pendejo eres, me cae… tus gustos reflejan que eres igual que ellas.

Bien me decía mi abuela, para ser hay que parecer, si te gustan los frijoles, atáscate, al fin que los encuentras en cualquier esquina, ¡imbécil!

Por mi parte, me iré a buscar un buen bistec, de lo contrario la pendeja seré yo, por ser una mujer chingona que se conforma con un mediocre frijolero.