
Por qué chingaos no le hago caso a los hombres que trabajan, que tienen un poco de ambición. Esos hombres que quisieron casarse conmigo o llevarme de viaje, esos hombres cultos, letrados, artistas... Por qué...
La respuesta es simple, porque el pinche amor no sólo es apendejante, también es CIEGO y yo soy claro ejemplo de ello, hasta deberían darme un premio por cumplir con el cliché de una manera tan perfecta.
Lo bueno del caso es que poco a poco las neuronas que caen en coma gracias al enamoramiento van despertando y, tarde o temprano, el imbécil enarmorado abre los ojos... Así que rockstaréate, mientras puedas, papacito, nomás recuerda que tanto el amor como su ceguera –y la pendejez que provoca– son temporales. Aunque, por tu parte, estás frito, mijito, porque eres un pobre pendejo y eso, aunque el amor pueda "no verlo", ya no se te quita.
1 comentario:
Hola
Mi nombre es Tania y soy administradora de un directorio de webs/blogs. Me ha gustado mucho tu blog. Quisiera intercambiar enlaces. Puedo agregar tu blog en mi directorio para que así mis visitantes puedan visitarlo tambien.
Si te interesa, escribeme al mail:
tajuancha@gmail.com
Saludos
Tania
Publicar un comentario